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La curación emocional con el uso de los Aceites Esenciales, ocurre en un proceso natural desde el momento del trauma, atravesando la crisis de sanación, hasta alcanzar la salud y recuperar el equilibrio interno.

El uso de aceites esenciales facilita la recuperación física, emocional y espiritual y es perfectamente sinérgico y complementario con un  abordaje Holístico, Integrativo y Ético de las problemáticas de la vida cotidiana.

Transformación, Curación y Sanación

Los aceites esenciales desempeñan un papel importante en la recuperación emocional. Nos llevan de la mano para enfrentar con valor nuestros problemas emocionales, porque todos tenemos sentimientos no resueltos de dolor y heridas que necesitan aflorar a la superficie para su transformación y curación.

Los aceites esenciales apoyan la curación en cinco etapas. Nos fortalecen
en cada etapa y nos preparan para el siguiente nivel de curación. Por ejemplo, a medida que recuperamos nuestra salud física, se nos invita a entrar en el reino emocional interno y al reconocimiento de las causas sutiles profundas del sufrimiento.

5 Etapas: 

1. Curación del cuerpo físico:

Los aceites esenciales ayudan a curar el cuerpo físico. Algunos de ellos son entre 40 y 60 veces más potentes que las hierbas. Tienen muchas
cualidades “anti”. Son antibacterianas, antivirales y antiparasitarios naturales. Los aceites esenciales ayudan al cuerpo a combatir los microorganismos hostiles; purifican los órganos, glándulas y sistemas fisiológicos; equilibran las funciones corporales y elevan la vibración del cuerpo, para encaminarse hacia la curación.

2. Los aceites esenciales ayudan a sanar el corazón.

Mientras los aceites salvaguardan nuestra salud física, nos brindan la energía necesaria para penetrar en el corazón e ingresar al reino emocional.
A medida que el cuerpo vive en vibraciones energéticas más altas, las energías más bajas (como las emociones reprimidas) se tornan insoportables. El cuerpo quiere liberarse de estos sentimientos.
La ira estancada, la tristeza, el dolor, el juicio y una baja autoestima no pueden co-existir en el ambiente de equilibrio y paz que los aceites esenciales ayudan a crear.

La curación emocional se produce cuando los antiguos sentimientos surgen y se liberan.
A veces esta experiencia se confunde con la regresión. Las personas pueden percibir que están haciendo una regresión o que los aceites
esenciales no funcionan. Estamos tan acostumbrados a la curación sintomática que nos han condicionado para que veamos a la curación como el cese inmediato de todo dolor físico y emocional. En realidad, los aceites están actuando. Actúan para curar permanentemente los problemas emocionales brindando apoyo a las personas a través de la sanación. 

Principios que rigen el proceso de  sanación: liberar y recibir
Necesitamos liberar las emociones negativas atrapadas antes de recibir sentimientos positivos. Lo antiguo debe irse para hacer lugar para lo nuevo. A menudo queremos omitir este paso, pero es un paso necesario. Debemos estar dispuestos a experimentar la limpieza si verdaderamente deseamos sanar. Resistirse al proceso de limpieza hace que la sanación sea más dolorosa. Debemos rendirnos a la experiencia para poder continuar en el camino de la sanación. Cuanto más confiemos en la benevolencia de la vida, más placentero será este proceso de sanación.

Los aceites esenciales no hacen el trabajo emocional por nosotros.

Los aceites esenciales nos ayudan a percibirnos honestamente a nosotros mismos, promoviendo el ambiente correcto para la sanación, pero el trabajo interno es responsabilidad y decisión de cada persona. Las esencias puras preparan nuestro suelo emocional para que las malas hierbas se puedan eliminar con mayor facilidad. Sin embargo, NO arrancan la mala hierba por nosotros.
Si uno se olvida de hacer el trabajo de eliminar sus malas hierbas, simplemente se ha regado el problema.

Por otra parte, aquellos que combinan los aceites esenciales con una Terapia Ética profunda que los guíe en el desocultamiento de las problemáticas inconscientes, cosechan el fruto de su trabajo y la sanación es verdadera, efectiva y duradera.

3. Los aceites esenciales ayudan a liberar la mente de creencias limitantes y patrones de pensamientos discordantes, favoreciendo la coherencia interna en el proceso curativo. 

A diferencia de las emociones, que son de naturaleza temporal, las
creencias son de largo plazo y están profundamente son arraigadas en nuestro
inconsciente. Las creencias son el  marco mental con el que percibimos la vida y las conclusiones que hacemos acerca de nuestras experiencias.
Para bien o para mal, con nuestras creencias acerca de nosotros mismos construimos  nuestra identidad. Esto tiene efectos de gran alcance en todo nuestro comportamiento, pensamientos y patrones emocionales. Todos tenemos creencias positivas y negativas.
Sin embargo, nuestras creencias negativas o limitantes pueden causar que los mismos problemas vuelvan a ocurrir una y otra vez a lo largo de nuestras vidas. Experiencias repetidas refuerzan las vías emocionales asociadas. Los aceites esenciales ayudan a iluminar los patrones psíquicos discordantes profundamente arraigados, animándonos
a identificarlos liberando la energía atrapada y las emociones asociadas, para reemplazarlos con
un cambio de percepción que beneficie nuestra realidad personal.

4. Los aceites esenciales aumentan la conciencia y la conexión espiritual.

Todos los seres fueron creados con intención divina. El reconocimiento
de nuestra naturaleza espiritual y la conexión con nuestra fuente es una parte esencial del proceso de sanación . Lo más importante en esta etapa es la concienciación de la dirección que queremos darle a nuestra experiencia vital y del 
amor universal infinito disponible para apoyar nuestras elecciones y decisiones.

5. Los aceites esenciales inspiran el cumplimiento del propósito de nuestra vida.

Al haber experimentado los cuatro aspectos anteriores – necesarios
para la verdadera curación holística – estamos listos para actualizar completamente nuestro propósito y potencial. Esta etapa es fundamental para lograr claridad y la valentía para continuar en el camino que nos corresponde por libre albedrío.